Hace unos dos años que no leía a Ken Follet, desde que engullí "La caída de los gigantes", por lo que tenía muchísimas ganas de volver a disfrutar de este galés, gran maestro de la literatura que tantas y tantas horas me ha hecho disfrutar. De sus veinte novelas ya me había leído dieciseis, por lo que poca elección tenía.
De este modo que tenía para elegir "El escándalo Modigliani", "En el blanco", "Papel moneda" y "Doble juego". Me decanté por "El escándalo Modigliani" simplemente porque me lo regalaron.
La web de Follet nos presenta la novela de la siguiente manera:
Dee, una joven historiadora del arte, descubre la posible existencia de un raro cuadro de Modigliani que puede hallarse en un pueblo italiano, del que informa a su tío Charles, un galerista londinense. Pero Cardwell, un acaudalado coleccionista de cuadros, pone en marcha una operación para apoderarse del Modigliani…
Se trata de una novela de 264 páginas, lo cual es muy corta para lo que nos tiene acostumbrados Follet. Es una de sus primeras novelas (escrita en 1976) y se nota bastante. Hay demasiadas historias que se entremezclan para una novela tan corta, lo cual hace perderte algunas veces y te quedas con un sabor agridulce porque no desarrolla lo suficiente ninguna de ellas.Además, el tema del arte no engancha demasiado, cosa que sí ocurre en sus thrillers, en sus novelas de espionaje o sus famosísimas novelas históricas.
Ken Follet baja considerablemente su nivel en esta novela, de mucho la más floja que he leído de él. Le pongo de nota un 6.
Si tuvieseis varias novelas de Follet para leer y una de ellas fuera "El escándalo Modigliani" no dudéis en empezaros cualquier otra, seguro que os entetendrá muchísimo, puesto que casi todas las demás novelas son auténticas obras de arte.
A ver si en la siguiente que lea le puedo subir la nota. Lo estoy deseando porque significará que me he entretenido durante bastantes horas.
Por de pronto, comentar que el siguiente libro que me acabo de empezar a leer es "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger.
Saludos y nos vemos por la biblioteca. Alberto.
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